SALIDA y RUTA por LA ARBOLEDA, otra VISITA/ CRONICA de la SALIDA

SALIDA y RUTA por LA ARBOLEDA, otra VISITA/ CRONICA de la SALIDA

SALIDA ARBOLEDA Plaza GASSalida y Ruta por La Arboleda, donde acompañados y guiados por Alberto Pedrosa, gran conocedor de la zona iremos descubriendo las interioridades de varias cuevas

La cueva de la Magdalena y la mina Pepita que junto a la ermita que hay en la entrada, conformaran parte de los lugares a visitar, será en inicio de una jornada que a muy seguro terminara con una buena alabiada.

Con mucha probabilidad veremos vacas que sin ser de pura raza, nos recordaran a las charolesas, tudancas o limousine, que a sus anchas pasean por todo el entorno.

Otro punto de visita será el conocido Funicular que salva el desnivel de Trapaga con Larreineta.

Pues allá que vamos toda una buena cuadrilla…

CRÓNICA

Estamos disfrutando de un otoño seco ya que apenas llueve y que el sol nos acompañe, siempre es de agradecer. Con ese ánimo nos pusimos en marcha el domingo, escoltados por el sol y a pesar de ser grandes amantes del trasporte público en especial del tren, subimos a nuestros vehículos rumbo a Peñas Negras.

Un bien grupo de adultos y gentes menudas, con ganas llegamos en apenas treinta minutos.

Ahora hay una excelente comunicación y en autopista por Gallarta se llega en un periquete.

Hacemos una pequeña parada en la mina Concha que está declarada ya como monumento y es una de las minas abiertas más grandes de la península.

Seguimos ascendiendo en los vehículos y con parada en el Centro de Interpretación Peñas Negras, nos pertrechamos con frontales para dirigirnos hacia la cueva de la Magdalena y su mina Pepita.

Un trayecto fácil que serpentea por momentos y se inclina en ambos sentidos, nos acercara en lago más de una hora hacia la impresionante boca de la cueva.

Con las criaturas el ritmo se ralentiza, pero así contemplamos con otras miradas los diferentes recovecos que nos ofrece el camino.

Ahora unos buitres planean sus alas sobre nosotros y tanta proximidad incita nuestra contemplación. Txema Bilbatua, extiende su índice, mientras Alberto Pedrosa, ilustra con sus comentarios el magnífico trayecto. Expectantes y atentes, muestran sus miradas, Isabel Gorriti y Marta Talayero que escoltadas por la chiquillería de Claudia, Garbiñe, Greta y Ariane, muestran ráfagas de cansancio.

La cueva tiene ese toque mágico que la mitología y tanta literatura nos ha acompañado. Encendemos nuestros frontales y poco a poco seguimos el plano inclinado por donde antaño extraiga hierro. La cueva presenta un cómodo acceso que nos permite llegar hasta sus partes más íntimas, y con esa confidencialidad que da la intimidad, apagamos nuestras linternas para experimentar la sensación de oscuridad y silencio.

El personal menudo, protesta por el miedo que más tarde vencen haciendo alusiones a brujas y fantasmas. La experiencia está siendo formidable, por el buen ambiente, no solo climatológico, sino emocional.

Las caminatas permiten conversaciones interesantes y fluidas que como el caminar de Platón y sus Diálogos, se enriquece en cada metro recorrido.

Volvemos por el mismo camino y con el ánimo subido, las cuestas parecer menos cuestas. Sobre todo si se sabe, que al final de la misma, nos esperan una suculentas alivias que hemos encargado tras la caminata.

Antes de eso hacemos una pequeña parada reivindicativa en el ya citado Centro de Interpretación de Peñas Negras y firmamos el comunicado adhiriéndonos a su causa.
Ahora sí, ya en La Arboleda y donde Maite damos cuenta de unas ricas alubias con sus sacramentos que todos ingerimos con avidez y gusto. Algunos repetimos ración para rematar con una degustación de postres.

Hemos comido y para bajar la comida, que mejor que un poco de deporte. Así que en el futbolín de la Plaza en el centro de La Arboleda, jugamos un campeonato de Futbolín donde la pareja formada por Txema e Isabel, resultan ganadores por amplia goleada.

La tarde da paso a la noche madrugadora, porque apenas son las seis y ya anochece, y con ese espíritu, los asistentes, rematamos la jornada con licores en el Varona de la Plaza de Gas, donde hemos partido y regresado. Hasta la próxima, que seguro, será por lo menos igual de estupenda y maravillosa como esta.

JabierCalle

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