SU estatura sobrepasaba los seis pies, y era tan extraordinariamente enjuto, que producía la impresión de ser aún más alto. Tenía la mirada aguda y penetrante, (…) y su nariz, fina y aguileña, daba al conjunto de sus facciones un aire de viveza y de resolución”. Así describe el Doctor Watson a Sherlock Holmes en uno de sus relatos, Estudio en Escarlata. Sin embargo, los miles de lectores que en el mundo hemos sido, ahondan, ahondamos en la descripción. Se diría que es desordenado en la rutina cotidiana y muy habilidoso disfrazándose; fuma en pipa, aprecia las galletas, toca el violín con maestría -un Stradivarius, a menudo a horas indecentes, por decirlo en el argot de la época…-, es un experto apicultor, excelente boxeador, tiene un gran conocimiento científico, en especial en química, y, cuando se aburre por falta de retos intelectuales que suponen sus casos, consume cocaína en una solución al siete por ciento.

Dicho así, debiera haber frenado el impulso de titular esta crónica como está hecho, pero no encontré nada mejor a última hora. Resume más o menos lo vivido ayer a lo largo y ancho de la ciudad desde las siete de la tarde, cuando en el vestíbulo del Hotel Meliá se dieron cita 132 delegados de Seguros Bilbao en su tradicional encuentro anual de enero. Arrancaron el día en el Museo Guggenheim y lo alegraron, ya digo, a media tarde, con un desafío por delante. No por nada, fueron invocados en el hotel para recoger las instrucciones que, a modo de yincana con pistas, les forzaba a encontrar el lugar reservado para la cena (ahora ya se puede desvelar el misterio: era el mercado de La Ribera…) tras un ejercicio de intuición. Juan Cuenca, Iñigo Alegría, Jone Paredes, Jaime Alegríay Miguel Blanch estaban en la sala de máquinas de la compañía, reforzando el proyecto ideado por La Visita. Miraban, divertidos, la escena.

A las tablas subieron decenas, ya digo. Desde Nicolás Velasco a Luchy Castillo, pasando por Miren del Barrio, Poli Alonso, Aitor Garro, Fernando Izagirre, Justino Morate, José Rivadulla, el dinamizador Jon Fano, Asier Valle, Iban López, Koldo Alonso, Roberto Valencia, Aner Landa, Luis Roig, Ramón Simó, Santiago Latorre, Juan Ramón Tapia, Gorka Alkorta, Pere Babia, Santiago Garikano, Rubén Villa, Juan Valero, Manuel Morilla, Francisco Tejero, David García, Francisco Fernández, Eduard Punset, Dani Toro, José Rivadulla, Eder Madariaga, Vicente Maestre, Pau Bessa, David Salvador, Antonio Cenicero, Carlos Adelantado, Aitor Villegas, José Gilet, Sandra Salló, Mertxe Isusi, Sandra Medina, Manuel Mencía y un buen número de hombres y mujeres que recorrieron Bilbao tras las huellas servidas. Viéndoles, se diría que disfrutaron como el propio Sherlock.